sábado, 29 de diciembre de 2007

Capítulo 5

Fue una tarde, saliendo de un bar. Yo iba camino a la parada del troley y día era más pegajoso que la mermelada fresca. Todo parecía hoy, tan hoy como nunca. Y apareció por la verada al salir del zaguán de una vieja clínica.

- Gastón Gutiérrez.
- No siempre, hoy no soy yo. Pero si me buscás te puedo dar mi número de teléfono.
- Como siempre. La patafísica te deja por los techos como si estuvieras agarrado de un ventilador.
- Por cierto, ya no creo más en eso. La desorganización me echó al suelo... como si estuviera agarrado de un ventilador.
- Bueno, hoy no sos Gastón, pero sin embargo no perdiste el sentido del humor... ¿Cuándo tengo tiempo para hablar con Gastón? Hace mucho que no lo veo.
- Siempre tengo tiempo... siempre tengo tiempo, Martín, la continuidad no es una cuenta regresiva, lo que vivimos lo acumulamos... en fin, crucemos a este bar de enfrente que sirven unos buenos helados de limón y chocolate.

1 comentario:

Anónimo dijo...

este blog se actualiza MUY poco y no creo q sea por culpa de la hermosa lilas....